Escritos Pedagógicos del Normal 3

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Las patas en La fuente

Daniela Peña

Palabras calve: Ciencias Sociales. Primaria. Sindicalismo. Peronismo.
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En este mismo número de la revista puede leerse el artículo “Mirar, pensar y aprender. Un ejercicio de análisis de imágenes para la enseñanza de historia argentina”, de la profesora Analía Godoy. En él la docente contextualiza el trabajo realizado por los y las estudiantes de la materia Enseñanza de las Ciencias Sociales III.

 

La crisis económica internacional de 1929 frenó bruscamente la inmigración europea. Al mismo tiempo, la industrialización por sustitución de importaciones reclamó mano de obra, circunstancia que alentó las migraciones internas. El crecimiento de la industria trajo grandes cambios en el mundo de los trabajadores y en el movimiento obrero. A partir de 1939, la guerra en Europa bloqueó las importaciones e impulsó un nuevo crecimiento de la producción industrial. Así, en 1945 la industria argentina tenía una participación en el producto bruto interno superior a la del sector agropecuario.

En el mundo del trabajo industrial, la década de 1930 no había sido fácil. Con la dictadura de Uriburu y los gobiernos de la “Restauración Conservadora” la actividad sindical se vio afectada por la dura represión y con pocas posibilidades de acción en la resolución de conflictos. A pesar de ello, la Unión Sindical Argentina y la Confederación Obrera Argentina, terminaron de fundar formalmente la Confederación General del Trabajo que para 1932 contaba con casi el 83 por ciento de los afiliados  sindicales (Cattaruza, 2019, p. 168).

Los años que corren entre el golpe del 4 de junio de 1943 y el triunfo de Juan Domingo Perón en febrero de 1946 son cruciales para entender la consolidación del sindicalismo. A lo largo de los años 1944 y 1945 la relación entre Perón y los dirigentes de los numerosos sindicatos se afirmó notoriamente, la base del fenómeno fue un conjunto de disposiciones legales que transformaron profundamente las relaciones laborales. Entre otras, se firmaron convenios colectivos de trabajo, se les otorgaron credenciales a los activistas gremiales que habilitaban su ingreso a las instituciones, lo que devino en mayor afiliación, se fijaron las vacaciones pagas, el aguinaldo y se definieron nuevas y favorables condiciones de estabilidad para los trabajadores.

Estas medidas, generaron, sin embargo, oposición. En Septiembre de 1945 se realizó una gran marcha opositora: “la Marcha de la Constitución y la Libertad” y en ese momento los militares enfrentados con Perón decidieron actuar, lo obligaron a renunciar a sus cargos y lo enviaron preso, algunos días después, a la isla Martín García.

La CGT había convocado una huelga en defensa de las conquistas obtenidas para el día 18 de octubre. Sin embargo, en la madrugada del día 17 de octubre comenzó una movilización de trabajadores provenientes de La Boca, Barracas, Parque Patricios y de los barrios populares del Oeste de la Capital Federal así como de las zonas industriales del Conurbano Bonaerense: muchos trabajadores se movilizaban desde Berisso, localidad cercana a La Plata donde existían importantes frigoríficos. Todos ellos ocuparon el centro de la ciudad.

La fotografía seleccionada muestra los pies cansados de miles de personas que buscan refrescarse después de haberse convocado en la histórica Plaza de Mayo. Podría interpretarse que aquellos pies que se refrescan en la fuente aquel miércoles caluroso estaban movilizados por la esperanza. No solo se encuentran cansados por lo largo de la caminata, sino por las décadas de injusticia, de explotación, de derechos vulnerados y desamparo social. Los trabajadores protagonistas de una jornada histórica, se encontraban en un acto de gratitud con el hombre que le puso una bisagra a la historia. El país quedaría dividido y polarizado. Por un lado, el frente de la vieja Argentina agraria y por el otro la expresión proletaria de la nueva Argentina industrial.

Esta imagen tiene el poder de contar la historia del mito que da inicio al Peronismo como identidad política. Si en el siglo anterior, Rivadavia y Mitre, entre tantos otros, en nombre de la civilización europea aplastaron a las bárbaras montoneras de los gauchos del interior,  en esa jornada de lucha el “pueblo bárbaro” se hizo presente en el centro de la ciudad. No es difícil, entonces, reconocer en los obreros sudorosos que protagonizaron el 17 de octubre de 1945a los nuevos obreros llegados a partir de las migraciones internas. No eran la clase obrera pulcra, transpiraban, se sacaban el calzado y se remojaban en la fuente. En la histórica Plaza de Mayo se percibiría el olor a pata y transpiración.

Como todas las imágenes, esta fotografía permite la lectura desde múltiples significados. Es el retrato del gran hecho que da origen al peronismo. . Esta lectura puede contrastarse con cómo se vio la multitudinaria concurrencia en la ciudad, desde la óptica de los sectores de clase media y alta opositores a Perón. Incluso el periódico Orientación, medio oficial del Partido Comunista, publicó algunos días después un artículo que calificaba los hechos del 17 de octubre de la siguiente forma: “pero también se ha visto otro espectáculo, el de las hordas de desclasados haciendo la vanguardia del presunto orden peronista. Los pequeños clanes con aspecto de murga que recorrieron la ciudad, no representan a ninguna clase de la sociedad argentina. El término desclasado aludía simultáneamente al trabajador industrial y manual, al hombre y a la mujer, al niño y al anciano, trazado sobre el aporte involuntario de los enemigos políticos, aquel obrero del suburbio, grosero y mal vestido. Dos ópticas para la misma representación fotográfica, profundamente relacionadas con la valoración del fenómeno histórico y político. De acuerdo a Ana Abramowsky las imágenes y palabras se desbordan y exceden. Las diferentes palabras que pueden introducir la observación de la imagen son entonces: sindicalismo, trabajadores, pueblo, y peronismo. La elección de las palabras tiene que ver con el contexto histórico que las enmarca, por lo anteriormente expuesto la relación entre el sindicalismo y el Peronismo ya había sido estrecha en sus inicios. De hecho, como muestra de lealtad a quien había concedido los derechos negados durante décadas, los trabajadores organizados en comités huelguistas se convocaron a la Plaza del pueblo. La imagen da cuenta del nacimiento del peronismo, ese día la plaza había presenciado el ingreso en la historia política, como protagonista, de la clase obrera. Por la vinculación que muestra entre Perón y ese colectivo trabajador sería llamado y recordado como  el “Día de la Lealtad”.

De alguna forma, la imagen subsume en ese nacimiento, las décadas previas, en las que la masa trabajadora y sindical se ha manifestado y levantado ante la vulneración de sus derechos.

En esta parte, la llegada del Peronismo da inicio a una nueva etapa para el movimiento obrero.

 

Bibliografía

Abramowsky, A. (2007). El lenguaje de las imágenes y la escuela ¿Es posible enseñar y aprender a mirar? El Monitor de la Educación, 13, 33-35.

Cattaruzza, A. (2009). Historia de la Argentina 1916 – 1955. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.

Jauretche, A. (1967). El medio pelo en la Sociedad Argentina (Apuntes para una sociología nacional). Buenos Aires: A. Peña Lillo.

 

 

 

 

 

 

 

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