Escritos Pedagógicos del Normal 3

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Darse a conocer: el otro lado de la función docente

Clío Echeverría Arroyo

Palabras clave: Jardín maternal. Tareas asistenciales. Investigación. Trabajo de campo.

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Introducción de la docente Mariela Barrea[1]

La relación docencia e investigación es compleja, por lo cual en este curso no se pretende formar un investigador científico, sino favorecer la formación de maestros y maestras con herramientas teóricas del campo de la investigación. Para ésto se propicia el desarrollo de la capacidad analítica e investigativa, con el objetivo de transformar la realidad a través de la participación activa en la vida cotidiana de la escuela.

La propuesta alienta a que los y las estudiantes desarrollen un espíritu crítico que les permita cuestionar ciertas prácticas naturalizadas.

Se considera entonces de mucha importancia, la apropiación de una visión dialéctica en cuanto a la relación teoría-práctica. De esta forma se brindará la posibilidad de transitar  por la capacidad de repensar y reflexionar sobre lo dado, lo naturalizado, lo adquirido.

Las propuestas serán pensadas y re-pensadas a la luz tanto de la bibliografía seleccionada como de la revisión de las autobiografías escolares; ya que la acción del enseñante depende tanto del pensamiento racional guiado por saberes específicos, como así también de reacciones gobernadas por esquemas menos conscientes.

El  propósito mayor será: colaborar en la construcción de ámbitos para que los y las futuros/as docentes puedan cuestionar-se para descubrir-se; sólo así podrán hacer de su práctica una indagación permanente, una búsqueda continua para atender adecuadamente a los imprevistos reinantes en este momento y para los cuáles no hay recetas estandarizadas, sino el accionar agudizado en búsqueda de posibles respuestas.

 

Darse a conocer: el otro lado de la función docente

Para empezar a construir el trabajo de campo, uno tiene que elegir una problemática[2]. La elección de la misma es un tanto complicada si no se tiene en cuenta lo que uno quiere investigar. Por lo tanto, es necesario que esa problemática nos incentive, nos aliente a continuar con la investigación, tiene que ser algo que nos movilice si no, el trabajo no se sostiene.

En este caso, el motor de mi investigación, se centró por un lado, en un cuestionamiento propio que se originó como producto del recorrido que tengo en la carrera. A través de las prácticas, me empecé a cuestionar por qué en salas de Jardín Maternal (al menos por las que pasé) la tarea se centra en cuestiones asistenciales, cuando desde la teoría avalamos todo lo contrario. Por otro lado, al mencionarles a algunas personas del barrio, la carrera que estoy estudiando, suelo decir profesora del Nivel Inicial, pero éstas me miran sin entender. Teniendo que traducir a maestra jardinera ya que, la denominación actual no es de conocimiento popular.

Estos dos aspectos fueron los que dieron origen a mi trabajo de campo. A partir de consolidar las inquietudes, uno comienza a buscar respuestas, surgen nuevas preguntas y, así va tomando cuerpo la investigación. Una vez elegida la problemática, se continúa con la construcción de un marco teórico que servirá para ir respondiendo desde la teoría a las preguntas formuladas  para  iniciar la propuesta.

Para esta construcción, me sirvió toda la bibliografía trabajada en las distintas cátedras cursadas y la búsqueda en Internet.  También es muy importante la cantidad de tiempo destinada y dedicada a esta búsqueda y el análisis reflexivo. Porque cada autor presenta concepciones interesantes que las iremos tomando para  complementarlas con otras dentro de una misma temática. A partir de lo leído, analizado y reflexionado uno va escribiendo su propia producción en base a esos referentes teóricos y al intercambio grupal que se produce en clase, en donde la escucha y participación de cada compañera interpela la producción propia; colaborando así en la confección del marco teórico.

Cuando pensaste que todo estaba terminando,… ¡te equivocaste!,  la actividad recién comienza… Ahora es momento de salir al campo a investigar y obtener respuestas de los actores involucrados en la temática de la investigación. Para ésto, es necesario construir encuestas o entrevistas cuyas preguntas nos permitan encontrar las respuestas que requiere nuestro trabajo (no es nada fácil, pero si hay tiempo, se pueden hacer pruebas pilotos). En mi caso, utilicé la forma tradicional de entrevistar personalmente y además incorporé la plataforma online de encuestas de google, lo que me permitió ir modificando las preguntas al ver que las respuestas no reflejaban lo que en verdad buscaba. Una vez terminada la recolección de datos, se realiza la confrontación entre la teoría y la realidad y, es ahí, donde uno empieza a encontrar las respuestas a las preguntas que iniciaron el trabajo, empieza a encontrar “los porqué” que darán origen a la  construcción de las conclusiones de la investigación. Para terminar, una respuesta casi siempre genera una nueva pregunta, en el caso de trabajo de campo, ese nuevo interrogante se convierte en el motor para continuar  investigando en el futuro.

El proceso de investigación, es una instancia extensa para llevar a cabo, por eso vuelvo a insistir en que es fundamental elegir una problemática que realmente nos importe y nos apasione, porque de esta manera, será mucho más llevadera la construcción del trabajo.

En fin, a lo largo de toda la formación docente uno va aprendiendo las tareas que le corresponden al rol. Muchas de estas se complementan y potencian en el acto de enseñar contenidos en la sala. A través del trabajo de campo, pude incorporar una tarea más a la larga lista, ésta es la revalorización de la Educación Inicial.

Darse a conocer como docente es poder transmitir a la comunidad educativa qué es lo que ocurre dentro de las salas. Esto nos permite desmitificar algunas creencias que tienen lugar en las representaciones sociales que aún están vigentes en la comunidad. Por este motivo, mi trabajo de campo se centró en la investigación de las representaciones sociales sobre la Educación Inicial vigentes en la comunidad y me encontré con varios mitos que tienen lugar desde su origen y, que han sido arrastrados hasta la actualidad desde “el boca en boca”. Con lo cual, una de mis reflexiones fue que, como el boca en boca es el medio por el cual se transmiten estas cuestiones, somos los docentes los que debemos encargarnos de informar los hechos que ocurren en las salas para no perder las conquistas ganadas por el Nivel Inicial, sobre todo, su valor pedagógico. Y, a partir de allí, aportar en la construcción de la concepción de que el Nivel Inicial no es una opción, es una oportunidad de experiencias y aprendizajes para los/as más pequeños/as  porque acceder a la educación es su derecho.

 

Bibliografía de referencia

Bosch, L. y Duprat, H. (1997) El Nivel Inicial. Estructuración. Orientaciones para la práctica. Cap.1. Buenos Aires: Colihue

Carli, S., Lezcano, A., Karol, M. y Amuchástegui, M. (1999) De la familia a la escuela: infancia socialización y subjetividad. Bs. As: Santillana

Contreras, D. J. (1994) “La Investigación en la acción: ¿Qué es?”, en Cuadernos de Pedagogía Nº224, España

Contreras, D.J. (1994) “La investigación en la Acción: ¿Cómo se hace?”, en Cuadernos de Pedagogía Nº224, España

Convención sobre los Derechos del Niño. Ley N° 23.849 - 1990

Duprat, H. y Malajovich, A. (1993) Pedagogía del Nivel Inicial. Buenos Aires: Plus Ultra

Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y Fundación Kaleidos. (2012) Desarrollo emocional. Clave para la primera infancia. Argentina

Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (2012) Crecer juntos para la primera infancia. Encuentro regional de políticas integrales 2011. Argentina

Harf, R. y otros (1997) Nivel Inicial: aportes para una didáctica. Cap. 2. Buenos Aires: El Ateneo

Ley de Educación Nacional Nro. 26.206 – 2006

Ley Federal de Educación Nro. 24.195 – 1993

Malajovich, A. (2006) Experiencias y reflexiones sobre la educación inicial. El Nivel Inicial. Contradicciones y polémicas. Bs. As: Siglo XIX Moreau De Linares, L. (1993) El Jardín Maternal: entre la intuición y el saber. Bs. As: Paidós

Pitluk, L. (2009) Educar en el Jardín Maternal: enseñar y aprender de 0 a 3 años. Bs. As: Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico

Ponce, R. (2006) Los debates en la educación inicial en la Argentina. Persistencias, transformaciones y resignificaciones a lo largo de la historia. En Malajovich, A. (2006) Experiencias y reflexiones sobre la Educación Inicial. Una mirada latinoamericana. Buenos Aires: Siglo XXI

Violante, R y Soto, C (2008): “Enseñar contenidos en el Jardín Maternal: una forma de compartir la crianza”. Capítulo 1. En Soto, C y Violante, R (comps): En el jardín maternal. Investigaciones, reflexiones y propuestas. Bs. As. Paidós.

 


[1] El trabajo presentado es una síntesis de la producción realizada en la materia Trabajo de Campo: experiencias de investigación educativa, en la Cátedra de la Profesora Mariela Barrea, turno vespertino del Anexo Lugano durante el primer cuatrimestre de 2017.
[2] Para desarrollar este artículo se toma como eje organizativo los pasos de la investigación - acción que postula Domingo José Contreras en: Contreras, D.J. (1994): “La investigación en la Acción: ¿Cómo se hace?”, en Cuadernos de Pedagogía Nº224, España  

 

 

 

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